
" Gracias "
A todas aquellas personas que me conocen creo que se merecen algo más que un simple “gracias”. No es justo recibir un simple “gracias” cuando una persona te ofrece su atención, pero sobretodo, su cariño y su tiempo. Cariño y tiempo, elementos que implican confianza y esfuerzo, necesarios, y a veces, lamentablemente abandonados, y lo mejor aún, son sencillos y complejos…. Son sencillos porque sólo se trata de dejarse llevar y querer sin miedo… complejo porque expresarnos asusta, tememos reconocer que el cariño de los otros es el motivo de nuestra vida, aquello que nos orienta y nos alienta, que nos reconforta y nos hace sentirnos acompañados en esta aventura del vivir, porque si viviéramos solos, nada tendría sentido, son los otros los que dotan de estima y valor nuestras acciones. Tememos, por ello se nos olvida a veces decir lo que sentimos, porque el mundo a veces es demasiado cruel con el exhibicionismo sentimental. Por otro lado, si digo por teléfono o en persona: “Te lo agradezco” tal vez suene más íntimo (por aquello del tuteo), serio (agradecer es una palabra casi en desuso), directo (te = en especial y particularmente a ti) y profundo (sensación personal intuitiva), pero no es suficiente. Si al “gracias”, le añadimos “por acordarte”, introducimos un motivo a la expresión y parece que quiero arrancarme con una explicación de lo que siento…incluso parece más adecuado y políticamente correcto, pero sigue siendo insuficiente… Para no aburrirlos con ésta batalla de palabras que tan admirablemente soportan a menudo (sobretodo a mis amigos , alguno pensará, pobre de ellos … y con mucha razón!!). Cómo decía anteriormente, me gustaría decir “gracias”, pero no tengo ni la menor idea de lo que realmente quiero decir cuando lo digo, lo mismo pasa cuando decimos “te quiero”, no tenemos ni la más absoluta idea aproximada de lo que ocurre en nuestro interior cuando nos expresamos con aquella palabra…. La decimos, pero no sabemos ni remotamente explicar toda la inmensa cantidad de fenómenos internos que padecemos cuando nos arrancamos en una oración como “te quiero”. Lo que hacemos realmente es simplificar algo increíble que sucede en nuestro interior, algo mágico, tremendo, inoportuno, espontáneo, simple, intenso, fugaz, alegre, pleno, jovial, vertiginoso, increíble, necesario, dudoso, temido, grande, pequeño, simple, compuesto, encadenado, trivial, cotidiano, fuerte, enérgico, dinámico, confuso, explosivo, chillón, suave, ligero, pesado, embelesado, onírico, desconfiado… y para el que realmente quisiera saber algo, que consulte con los poetas… y aún así, si pretende saberlo, siempre estará en deuda. Porque querer y agradecer, es estar eternamente en deuda. Por ello, estoy en deuda con ustedes , por lo maravilloso que es sentirlo y por no poder explicarlo. Simplemente quería decir que los quiero, algunos con locura activa y progresiva, a otros los quiero simplemente, y a otros de momento sólo los aprecio, allá cada uno con sus interpretaciones. Lo que quería decir en realidad, es que todos estuvieron y están habitando una parcela de mi existencia, los habrá poseedores de innumerables fincas, los hay con su modesto chalet, otros con “soluciones habitacionales” y algunos fueron embargados temporalmente por el tiempo (valga la paradoja para no acusar a nadie), en cualquier caso, todos me han regalado VIDA, y aprovecho ésta excusa de las fiestas , para decirles que no sé cómo agradecer . Gracias. Siempre (dentro del devenir)
Rosna
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