11 de septiembre de 2009

Identidad ....



Quiero vivir sin identidad ,
¿ porque todo debe ser nombrado para existir ?


5 comentarios:

María dijo...

Hola Rosna.

Hermosa reflexión.

Muy hermosa...

Besos de feria murciana.

Rosna dijo...

Amiga Isis san , a tí gracias por dejar siempre mensajes llenos de afecto .
Feliz fin de semana en Murcia ... a los murcianos-as ( se dice asi ??? ) allí tengo amigos especialisssimosssssssss
Isis san
Pececilla
Y Dyhego san
Les quiero
Rosna

Dyhego dijo...

Nunca se me ha ocurrido esa reflexión, Rosna.
Necesitamos ponerles nombres a las cosas (y a las personas) para que existan. Cuando nos enteramos de que íbamos a ser padres, parece que hasta que no decides el nombre del bebé no "existe". Vamos, sabes que está ahí, pero es como si no tuviera entidad.
Lo mismo quieres referirte a que te gustaría que no te conocieran determinadas personas, a guardar la intimidad frente al estado, frente a los bancos, frente a la publicidad.
Desde que sé que te llamas Yuriko parace que tienes más "existencia" que cuando eras sólo Rosana.
¿No, Yuriko chan?
Un saludo.

Rosna dijo...

Mi querido Dyhego san , me gusta su reflexión , Rosana Gabriela Yuriko son mis nombres , no son imaginados , me lo regalaron mis padres y mi abuela aunque me gustaria poder eligir mi nombre ,pero no es fácil no es como ir a una tienda y cambiar un vestido cambiar el nombre es engorroso en fin ... los indios americanos eran sabios en ese sentido solo recibian sus nombres por merecimiento ... la sociedad siempre necesita papeles con nombres ... existimos por sí mismo , nos vivimos , nos sentimos a eso me referia , no es maravilloso ...?? sabernos existiendo , purificar la mente , estar vacíos para intuir el uno .
Nada es más evidente que nuestra propia existencia .
Este abrazo existe y lo hago extensivo hasta su tierra ahí vaaaaaaaaaa ............
Rosna

churricos dijo...

Amiga Rosna.

Los nombres son para los demas.
La esencia de la existencia está dentro de cada uno de nosotros, y afortunadamente, no hace falta que se llame de ninguna manera.

Un abrazo con manga larga en una noche "casi" otoñal.